Ingredientes:
- Dos galletas tipo
digestive (de las que no contienen leche ni derivados lácteos)
- Almendras tostadas
(si no tenemos, pueden servir avellanas, nueces o cualquier otro fruto seco)
- Topping variado que
tengamos por casa o, en su defecto, podemos sacar unas virutas de chocolate a
una tableta.
Para el chocolate:
- 125 grs. de
chocolate en polvo para preparar a la taza
- 200 ml. de leche de
soja o cualquier otra leche vegetal (de arroz, avena,etc.)
- 150 ml. de agua
Para la crema de
vainilla:
- 400 ml. de leche de
soja a la vainilla (o leche de soja o de avena natural)
- 3 cucharadas de
harina fina de maíz o maicena
- Canela en rama
- Vainilla natural (en
vaina o molida) y azúcar integral de caña o stevia (si hemos optado por la
leche natural)
Preparación:
Ponemos la leche de soja, el agua y el chocolate en polvo a calentar en un cazo, removiendo para que no se hagan grumos. Dejamos que hierva suavemente y vaya espesando a nuestro gusto. Si lo deseamos más espeso añadiremos más chocolate y si nos gusta más ligero añadimos agua (mejor si es mineral). Lo dejamos reposar.
Mientras, preparamos
en otro cazo la leche de vainilla o en el caso de que hayamos elegido leche de
soja natural le añadimos una vaina de vainilla natural, un trocito de canela en
rama y dos cucharadas de azúcar, pero reservaremos un poco de leche fría en un
vaso aparte. Ponemos al fuego y dejamos cocer suavemente la leche hasta que
esté a punto de hervir, añadiéndole entonces la leche fría que habíamos
reservado y en la que habremos disuelto la maicena.
Lo removemos un par de
minutos dejando que espese y lo retiramos del fuego. Quitaremos con cuidado la
canela y la vainilla.
Troceamos las galletas
repartiéndolas en el fondo de las tazas (o bol) y, con cuidado, vamos dejando
caer, sobre las galletas, el chocolate en un lado de la taza y la crema de
vainilla por el otro lado, resultando una crema de dos colores y dos sabores.
Ahora es el momento de
decorarlo al gusto. Recomendamos trocitos de almendra o de algún fruto seco
crujiente y sobre él algún topping a nuestro gusto.
Este es un postre o
merienda nutritivo pero al no contener las grasas propias de los lácteos es
fácilmente digerible y, debido a su rico sabor, suele gustar a los niños. Si
deseamos aligerarlo aún más, sustituimos la leche de soja por leche de arroz o
de avena o, incluso, prepararlo sólo con agua.
Podemos dejar que los
niños lo decoren a su gusto, pudiendo ser creativos. Si lo dejamos enfriar
podemos prepararlo con trozos de frutas en el fondo o bien como topping. ¡El
plátano y las fresas quedan geniales!



